Athens and...goobye Greece !

Si en cualquier recreo te topas en el patio del insti con un grupo bailando Sirtaki, no lo dudes, seremos nosotros. Es que nos han enseñado muy bien y somos muy buenos alumnos, así que nos sale de alucine. Lo de la despedida de Panaitolio fue todo un espectáculo (folclórico y gastronómico).  Pero todo se acaba y al día siguiente toca madrugar. Abandonamos Panaitolio y ya echamos de menos la hospitalidad, la simpatía y el cariño de nuestros amigos griegos.

Pero solos aún no estamos, el minibús de regreso a Atenas lo volvemos a compartir con nuestros compas turcos y tenemos razones para estar felices: dos días en Atenas.  Entras a Atenas, y buf, un poquito decepcionado sí te deja porque no te esperabas que la entrada a una capital europea fuera tan parecida a Martín Palomino. Bueno, para de quejarte y disfruta lo que tienes delante: estás en la Acrópolis y hace un magnífico día, ¿qué más quieres?.

Pues quiero, dirían nuestras protas, que el día no se acabe, que no tengamos que despedirnos de nuestros compas turcos que son nuestra última conexión física con lo que ya dejamos atrás. Perdonad por cerrar este viaje con con una imagen tan triste, aunque...¿tú crees que es triste?, bien pensado yo creo que es todo lo contrario. Transmite la magnitud de las sensaciones alcanzadas, de los sentimientos creados, del afecto surgido en esta inolvidable semana. 

Raquel, Sara, Alba, Hénar...sabed que los profes que os hemos acompañados estos días estamos muy orgullosos de vosotras. Vuestra actitud ha sido ejemplar, vuestras permanentes risas un estímulo para todos... aunque no entendí lo de vuestras carcajadas cuando pregunté en la Acrópolis si con el carnet joven me hacían descuento, no lo pillo. Un abrazo y hasta siempre.